"RECORDAR / RECORDARSE /ACORDAR"
¿No me acuerdo o no me recuerdo?
Es muy difícil manejar con exactitud una buena cantidad de palabras, acaso por costumbre o por inconsciencia o porque como hablantes desconocemos la imagen mental de los significantes que utilizamos al momento de generar un mensaje.
...Parece que a la mayoría lo que más nos interesa es entender (no tanto comprender) lo que dice nuestro interlocutor o darnos a entender más o menos con éste”
Es tan común escuchar que "no quiero vertir conceptos que desconozco" o "nunca desié que te fueras". En el primer ejemplo es una posición diafásica, o sea que hay enfrentamiento entre lo culto y lo vulgar. Es un problema de
desconocimiento porque no hay verbo vertir, hay verter. En el segundo ejemplo lo hacemos conociendo que el verbo es desear y que la flexión es deseé, pero se nos hace feo decirlo correctamente, es una situación diatópica, diríamos regional, así como los puertorriqueños que dicen “puejtojico“, aunque escriben "Puerto Rico".
Jamás podríamos pensar que al decir pelié, desié, alinié se trate de una problema local, pues en la práctica casi siempre se diptonga el final del pretérito perfecto simple de pelear, desear y alinear. Pero lo que sí es necesario saber es que en la lengua escrita es imperdonable cometer estos crasos errores.
Siempre enfatizamos mucho con las preposiciones. En la nota deportiva observamos frases como “El Hispano de Comayagua se mide a los del Real juventud” con la idea de establecer la calidad de juego de cada uno de ellos. El verbo medir admite varias preposiciones (con, en, por, según): “se mide con un
metro, se mide en pulgadas, se mide por seguridad. Pero en en el caso
del que estamos hablando la correcta es CON (medirse con): “la Selección Nacional de Honduras se medirá con la de México”.
Es indudable que escuchar es poner atención a lo que se oye. Si queremos escuchar una canción debemos ponerle cuidado cuando la estamos oyendo. Muchas veces hemos oído determinada obra musical sin saber qué dice porque jamás la hemos escuchado. Lo mismo sucede cuando vamos por la calle y vemos una gran cantidad de cosas: rótulos, vendedores, personas y luego nos preguntan qué fue lo que observamos en la ciudad y contestamos que no nos fijamos en nada, andábamos en nuestras cosas y ya; esto es sencillamente porque vimos, pero no miramos. En la actualidad ver y mirar son sinónimos; pero, al trasladarnos a sus etimologías notamos que marcan diferencia semántica. Ver se origina en el latín videre y significa percibir por los ojos los objetos mediante la acción de la luz. En cambio, mirar, siempre de lat. mirāri, admirarse, su primer significado es dirigir la vista a un objeto. Esto implica poner más a atención a la cosa que se ve.
Pero también nos enfrentamos con problemas de sintaxis en los verbos. Hay dos muy parecidos: recordar y acordar, verbos que significan, además de otras ideas, tener presente algo a la memoria. En los ejemplos yo recuerdo a mi madre o yo me acuerdo de mi madre se nota ipso facto que hay entre ambos una diferencia de construcción: recordar es transitivo (recordar algo), es decir que admite la voz pasiva: yo recuerdo al profesor Gilberto Arias o el profesor Gilberto Arias es recordado por mí. Mientras que acordar, en este mismo sentido, es intransitivo pronominal: La profesora Ina se acuerda de mí. No se puede decir que doña Ina es acordada por mí si queremos dar a entender que mi persona está en la mente de esa buena maestra.
En consecuencia, puedo decir que Juan me recuerda, que nuestros amigos nos recuerdan, nunca que yo me recuerdo de Juan o que nos recordamos de nuestros amigos; pero sí es correcto expresar que me acuerdo de Juan y que nos acordamos de nuestros amigos. Tampoco es gramatical decir que usted se recuerda de aquella fiesta, sino que usted recuerda aquella fiesta o usted se acuerda de aquella fiesta.
Claro que acordar también nos lleva a los conceptos determinar,conceder, otorgar y por supuesto es transitivo: Los profesores acordaron no continuar en el paro, que en pasiva es no continuar con el paro fue acordado por los maestros.
Y en lo coloquial de muchas partes del mundo hispano todavía persiste indistintamente el recordar pronominal o no pronominal con el significado de despertar: Me recordé a las cuatro de la mañana o recordé a las cuatro de la mañana.
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